El lobo estepario

Aquí les dejo una breve reseña del afamado libro de Hermann Hesse, El lobo estepario.

RESEÑAS Y OPINIONES

José F. G. Rodríguez

11/18/202310 min read

Este libro se publicó en 1927, pero antes de entender la novela, hay que entender al autor.

En palabras simples Herman Hesse fue un hombre acomplejado, depresivo, solitario, casi antisocial, e insatisfecho. Durante toda su vida estuvo en búsqueda de ese algo: la felicidad, el despertar espiritual o el significado de la vida misma. La religión tuvo una presencia protagónica en su infancia; su familia eran misioneros pietistas. Es decir, pertenecían a un movimiento religioso protestante que buscaba revitalizar la fe de los creyentes, por lo que eran fervientes religiosos.

En esta misma línea, en 1891 fue enviado al seminario de Maulbronn, para que estudiase teología. Sin embargo, Hesse se escaparía de dicho lugar, pues el sistema educativo era extremadamente severo y no le daba tiempo para dedicarse a la poesía, que era lo que más le gustaba por aquel entonces. Años más tarde el protestantismo pareció no ser suficiente para llenar su vacío espiritual y se volcó al asiduo estudio de religiones y filosofías orientales.

Ya con esto queda un poco más claro quién era Hermann Hesse; un hombre en constante búsqueda del yo espiritual y del significado de la vida. Sin embargo, dichas inquietudes estaban muy ligadas a su salud mental, ya que en más de un momento de su vida sufrió de fuertes episodios depresivo que podían durar meses, embargándolo de sentimientos de insatisfacción y vacío.

Y ahora podemos entender un poco más “El lobo estepario”.

Este relato es, en gran parte, un reflejo de la profunda crisis espiritual que sufrió Hesse en la década de 1920, es decir, entre la primera y la segunda guerra mundial. Periodo que se caracterizó por una Europa existencial, abatida por los estragos de la primera guerra y el inminente peligro de la segunda.

Predominando esa nihilista idea que nada importa o que la vida carece de sentido. Después de todo, ¿para qué vivir preocupado por algo si en cualquier momento viene una u otra guerra a abatirnos?

Todos estos cuestionamientos el autor los engloba o caracteriza en El lobo estepario, novela compuesta por cuatro apartados:

1. Introducción.

2. Anotaciones de Harry Haller.

3. Tractat del lobo estepario.

4. Siguen las anotaciones de Harry Haller.

Introducción.

Este primer capítulo presenta al Harry Haller desde el punto de vista del sobrino de la mujer que le alquila la habitación al protagonista. Se le describe como un hombre solitario, intelectual y enigmático; no muy hablador, aunque muy educado. Este capítulo sirve para perfilar al protagonista de manera superficial, para luego ir adentrándonos en su compleja y caótica personalidad.

Por otra parte, el nombre del protagonista viene a confirmar que la novela tiene tintes autobiográficos. Ya que Harry Haller es una clara alusión o referencia al nombre del autor: Hermann Hesse.

Anotaciones de Harry Haller.

Este capítulo sigue siendo una aproximación al protagonista, solo que esta vez de la voz del mismo, por lo que es un poco más íntima.

En este segmento Harry Haller se desahoga de sus pesares, todos ellos muy relacionados con la insatisfacción de la vida; y por ese sentimiento de no encajar ni pertenecer a la sociedad, ya que no comparte ninguno de sus fines. ¿Y cómo podía ser de otra manera si Haller se cuestiona constantemente su espiritualidad, mientras que el resto parece centrarse en aspectos más terrenales y chabacanos de la vida?

Aquí queda de manifiesto la primera característica del lobo estepario: la insatisfacción con la vida y el sentimiento de no-pertenencia.

También critica a la sociedad de la época mediante diversos elementos como la música. Elemento que será un tema constante en el libro, sobre todo para el final.

Tractat del lobo estepario.

En este capítulo se adentra de lleno en la compleja psicología del lobo estepario. Ya en el primer párrafo queda de manifiesto el nihilismo de este personaje:

“Había aprendido mucho de lo que las personas con buen entendimiento pueden aprender, y era un hombre bastante inteligente. Pero lo que no había aprendido era una cosa: a estar satisfecho de sí mismo y de su vida.

El lobo estepario representa una dualidad en todos los hombres; por

un lado, persona, por el otro, lobo. El lado lobuno es un ser solitario que se niega a formar parte de los convencionalismos de la sociedad, ya que los encuentra ridículos y se ríe de estos. En otras palabras, para el lobo la sociedad no es más que una cínica farsa.

La pregunta es si el lobo estepario es solitario por elección o por incapacidad. El libro no da una respuesta clara y creo que es porque ni el autor lo tenía resuelto. Hay que recordar que esta novela retrata un fuerte periodo depresivo del autor, y una de las características de la depresión es el aislamiento; el alejarse de su ambiente por sentirse decaído, al punto de perder las habilidades sociales.

En cuanto a la insatisfacción con la vida surge otro tópico recurrente: el suicidio como el escape definitivo de la realidad. Lo que puede ser leído de dos formas: como una solución a la congoja del protagonista o una forma cobarde de huir. Si bien la novela no presenta el suicidio como algo intrínsecamente malo o indeseable, tampoco lo celebra.

Pasando a otro punto, el lobo estepario critica fuertemente al burgués, pues es un individuo tibio; no se entrega al hedonismo, pero tampoco al ascetismo. Dicho en buen chileno el burgués es cómodo porque no se la juega por nada, volviendo su existencia intrascendente e irrelevante, cuestión que el lobo estepario detesta, dado que viven sin cuestionamientos. Aunque dicho rechazo también puede ser leído como envidia; ¡cuan feliz sería este lobo de no cuestionarse como lo hace!

Ya para el final de este apartado sucede algo curioso, pues se comienza a desdibujar la imagen que se llevaba construyendo del lobo estepario. Este capítulo concluye que el hombre no está compuesto por dos esencias (hombre y lobo), sino que por miles de esencias. Este concepto hace alusión a la complejidad del ser, a la enorme cantidad de emociones y pensamientos que componen a una persona, muchos de los cuales incluso pueden llegar a ser contradictorios. La ficción del yo individual es una ilusión empujada por la unidad que somos a un nivel físico o material. Pero esta complejidad se da en el lado humano de las personas, el lado lobuno contempla dicha diversidad de esencias, pero no la advierte, sino que las agrupa todas en un solo concepto: el hombre. Aquí el lobo comete un error a los ojos del autor/protagonista, perdiendo la solemnidad o incluso superioridad con la que se le mencionaba antes. En adelante esta imagen lobuna no hará más que decaer, y ya para el final del libro quedará completamente ridiculizada por el “Teatro Mágico”.

Siguen las anotaciones de Harry Haller

Aquí comienza la novela en estricto rigor. Todo lo anterior se vuelve una especie de preludio, ya que en este capítulo los conceptos antes esbozados son aterrizados en una historia en el sentido tradicional, es decir, como una concatenación de hechos sucesivos.

Si tuviera que resumir la esencia de esta parte diría que se retrata a una sociedad abatida por las guerras. Deprimida y desganada, al punto que intenta evadir la realidad a toda costa. Para ello surgen varias alternativas, como la droga, la música, el suicidio, el sexo, la diversión y la imaginación. Esto último referente al Teatro Mágico.

Esta sección comienza con la resolución del protagonista de quitarse la vida a más tardar a los cincuenta años.

Posteriormente, Harry acepta una invitación a cenar de un antiguo amigo, aunque más por compromiso que por gusto, pues, su personalidad lobuna le impide sociabilizar cómodamente. ¿Y cómo hacerlo si todo tema de conversación le parece insoportablemente burgués y superficial?

En dicha cena Harry critica un cuadro de Goethe ya que, según su parecer, el verdadero no se mostraría así de noble. Crítica que le sienta muy mal a la dueña del cuadro: la mujer de su amigo. Esta escena (un tanto caricaturesca) simboliza su divorcio completo con la burguesía. Con ese mundo banal, excesivamente intelectual y cínico; tan plástico como ese conocimiento erudito, carente de significado, contenido o espiritualidad.

Tras este suceso Haller conoce a Armanda. Esta mujer, junto con Pablo, jugarán un rol muy similar al de Demián y Beatrice en su otra afamada novela. Es decir, personajes de carne y hueso que son presentados como figuras un tanto fantasmagóricas que actúan como guías espirituales del protagonista. Como si ellos supiesen algo que él no. Pero no un conocimiento científico o académico, sino algo más etéreo como, por ejemplo: ser feliz. Cuestión que complementa muy bien al lobo estepario quien, recordemos, lo ha descubierto todo, excepto la felicidad.

Otro rasgo que me recuerda a Demian es cierta tendencia homosexual del protagonista. En dicha novela se traducía en la admiración del protagonista hacía Demian, en esta, por su fascinación por Armanda. Es cierto que Armanda es un personaje femenino, pero también es cierto que Harry técnicamente nunca supo su nombre, sino que lo adivinó basándose en el hecho que le recordaba mucho a un antiguo amigo que se llamaba Armando. Además, Armanda es descrita con rasgos andrógenos. Ello sin dejar de mencionar que, para el final de la historia, en el Teatro Mágico, Harry llega a encontrarse con su amigo Armando, pero este nunca interactúa con Armanda. Dejando en el aire la idea que ambos fuesen la misma persona, o que esta última jamás existió, como ya veremos.

El protagonista y Armanda se hacen amigos y esta le hace prometer a Harry que “llegado el momento” él la matará. Es decir, ella también deseaba abandonar la vida. ¿Por los mismos motivos que el protagonista? Eso nunca queda claro.

A cambio de esa promesa Armanda le enseña a Harry a bailar. Aquí el baile no solo representa un escape de la realidad, sino una actividad que de normal el protagonista no desarrollaría. Es un cambio de actitud que le da un nuevo aire, a partir de aquí Harry se verá envuelto en actividades chabacanas que lo alejarán de su vida erudita y pensadora. Ahora, ¿esto es malo? Por lo menos en este punto no se percibe como algo negativo, pero sí plantea una interrogante interesante: ¿es necesario volverse banal o irreflexivo para ser feliz?, ¿es la insatisfacción una consecuencia necesaria de la inteligencia?

Luego aparece María; otro escalón en el descenso a la decadencia, pues es una cortesana de vida terrenal y licenciosa. Y no es que su estilo de vida estuviese mal desde una perspectiva moral, o por lo menos no es la crítica que hace el autor. Sino que se plantea esa vida carente de espiritualidad e irreflexiva como un escape a la realidad. En otras palabras, se sigue ahondando en esta idea que se planteó al conocer a Armanda.

Así nos acercamos al clímax de la historia: el baile de máscaras. Lo que culmina la transformación de Harry quien termina por entregarse a la fiesta, no vista como un mero entretenimiento, sino como evasión a la vida. En este punto se asienta definitivamente la fantasía como antítesis, o incluso como remedio contra el lobo estepario. Como si la única forma de luchar contra la insatisfacción de la existencia fuere escapar de la realidad; como si no existiese un punto medio entre ambas dualidades. Y cómo culpar dicha polaridad si venían saliendo de una guerra solo para entrar a otra, y la insatisfacción del lobo estepario nace de una realidad defectuosa y corrompida de la cual no puede escapar. Mientras el lobo sufre por la dolorosa realidad, los bohemios gozan sin mirar el futuro, pareciendo que el primero solo sufre por torpe y obtuso, y quitándole toda la solemnidad con la que se le había presentado.

Asimismo, desde este punto en adelante se desdibuja el límite de la realidad con la ficción por medio del Teatro Mágico y sus representaciones que, más que obras, lucen como juegos de niños que moldean la realidad a su antojo. ¿Será acaso una alusión al concepto del niño nietzscheano?

Este Teatro Mágico no solo es un lugar físico (si es que lo es), sino también un lugar etéreo de nuestra mente al que todos solemos recurrir a modo de escape, sobre todo los escritores. Ese lugar donde todo es mejor, porque solo sucede lo que nosotros queremos que suceda, y donde podemos conversar con nosotros mismos sin ser juzgados.

Este niño llamado Harry aun no aprende las reglas del juego y mata a Armanda. ¿La mata de verdad o sigue en el mundo imaginario? Al principio no queda claro, pero después confirman que se trata de lo segundo. Así, Harry cumple su promesa de matarla, aunque sea en el Teatro Mágico. Lo que nos plantea otra pregunta: ¿era real Armanda o siempre fue parte del imaginario del protagonista? Esta interrogante no queda respondida.

En definitiva, el lobo estepario es un tratado sobre la lucha contra la insatisfacción con la vida cuando esta nos parece insulsa. Pero, al mismo tiempo y tal vez sin proponérselo, Hermann Hesse hizo un tratado sobre la depresión; retratando aspectos elementales de la misma, como la abulia, la indiferencia, la dificultad de disfrutar, la necesidad de aislarse del mundo. Sobre todo, la necesidad de ser rescatado, cuestión que se representa en Armanda quien, sea real o no, personifica la salvación que todos deseamos en los momentos más oscuros de nuestras vidas.

Pero el mensaje final no es del todo positivo a mí parecer. Pues deja la sensación que solo el hedonismo es la salvación a la angustia, es decir, solo la evasión de la realidad. Por eso mencioné que se terminaba ridiculizando la imagen del lobo estepario. Porque en el final de la novela el Teatro Mágico mata al lobo estepario, cosa que no se logra con navajas como el mismo libro dice. Aunque más que matarlo, solo parece adormecerlo, ya que se menciona que podría regresar. A fin de cuentas, toda esa estoicidad, reflexión, esa aparente intelectualidad que le daba aires de grandeza y que lo hacía sentirse superior a la clase burguesa, no le servía de absolutamente nada. Ya que nada se compara con el goce terrenal y mundano: el sexo, la fiestas, las drogas y el alcohol.

Pero si el mensaje no es del todo positivo, implica que en parte sí lo es. Ya que para el final uno de sus personajes dice: “aprenda a tomar en serio lo que es digno de que se tome en serio, y ríase usted de lo demás.”

El texto finaliza con la ejecución imaginaria de Harry, así que de una forma simbólica logra su cometido de suicidarse, aunque como ya dijimos a quien mata es al lobo estepario.